domingo, 27 de enero de 2013



LA INVESTIGACIÓN CRIMINALÍSTICA EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

Joseph Emerson Ccaza Zapana
  Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Perú.
joseph_jcz@hotmail.com
RESUMEN: Las tareas de inspección o también denominadas de investigación criminalística, representan un paso de trascendental importancia en aras de descubrir la mecánica misma del actuar del autor de los hechos, toda vez que marcan el punto de partida de la investigación forense propiamente dicha. Esta labor constituye una serie de diligencias, de carácter eminentemente técnico, artístico y/o científico, que deben de realizarse impostergablemente por los operadores policiales en primera instancia y por los peritos criminalístico-forenses en una segunda, una vez se tome conocimiento de un hecho ilícito o digno de investigación a fin de evitar que los indicios (testigos mudos que no mienten) se pierdan y con ellos su valiosa fuente informativa.

PALABRAS CLAVE: Inspección Criminalística, Investigación, Planificación, Lugar de los hechos, Indicios, Peritos forenses. 

1.      PALABRAS PRELIMINARES

Un famoso escritor de cuna italiana –quién no conoce al autor de “La Divina Comedia”, don Dante Alighieri– arcanamente escribió alguna vez: “…largo y escabroso es el camino que del infierno conduce a la luz…”; y esta frase es perfectamente extrapolable al quehacer y operatoria desplegada por los peritos criminalístico-forenses (del cuerpo policial primordialmente) quienes, en la paciente búsqueda y el hallazgo oportuno de los indicios y evidencias de toda índole en el escenario de los hechos –muy particular y especialmente en las escenas de los crímenes más violentos y sangrientos– hacen denodados esfuerzos por recuperar el “material sensible significativo” necesario a los efectos del reconocimiento, identificación e individualización de los posibles autores del hecho, de la reconstrucción de la dinámica misma de los sucesos en aras de una mejor comprensión de los eventos a fin de develar el enigma que permita descubrir al autor del mismo (Ccaza Zapana, 2012: 81).

Este largo, paciente y apasionante proceso de recogida de elementos indiciarios de la escena de los hechos es comúnmente conocido como la “inspección criminalística”, si dicha operatoria es practicada por personal de la Policía Nacional que trabaja en el Sistema Criminalístico. En cambio, cuando por razones insalvables, el mismo deba ser practicado por personal que no trabaja en las Unidades de Criminalística, se la denomina simplemente “Inspección Técnico Policial”, para el caso peruano (Policía Nacional del Perú, 2010: 19). Del modo en cómo se ejecute esta etapa depende en gran medida la resolución misma del caso y el consecuente éxito de la investigación.

2.      LA INVESTIGACIÓN CRIMINALÍSTICA EN EL LUGAR DE LOS HECHOS 

Un viejo adagio forense reza: “Deténgase, mire, escuche y comience el registro”. Lo anterior resume adecuada y perfectamente el procedimiento que el perito debe de seguir una vez que haya arribado a la escena de investigación criminalística.

En tal virtud, la inspección o investigación criminalística, representa un paso de trascendental importancia, toda vez que marca el punto de partida de la investigación propiamente dicha. Constituye esencialmente una serie de diligencias, de carácter eminentemente técnico, artístico y/o científico, que deben de realizarse una vez se tome conocimiento de un hecho ilícito, presumiblemente delictivo o digno de investigación forense. Es ante todo una actividad realizada por el perito criminalístico en el escenario de los hechos, tendiente a verificar o descartar la existencia del mismo, dirigida al recojo de los indicios y/o evidencias presentes en la escena y sus alrededores que permitan identificar al autor del hecho y posteriormente reconstruir y emular, en la medida de lo posible, la dinámica de los eventos.

Este trabajo constituye todo un proceso que se inicia con la identificación, reconocimiento, aislamiento, protección, búsqueda, recojo, embalaje y posterior traslado de las pruebas materiales de interés forense presentes en la escena para su consecuente análisis (respetando rigurosamente en ello los lineamientos de la Cadena de Custodia). En esta tarea resulta imprescindible que toda diligencia sea oportunamente registrada y documentada por los peritos y técnicos encargados del procesamiento del lugar de los hechos. Una vez que las muestras son remitidas al laboratorio forense, y luego de que el mismo emita, a través de sus peritos, su respectivo informe pericial, previo análisis y evaluación de los elementos puestos a su consideración, dicha información podrá ser utilizada por los jueces, fiscales, abogados y/o otras personas interesadas en la misma a efectos de solucionar la controversia.

En tal sentido, es de vital importancia que el personal que interviene en las diversas etapas de la investigación (desde el pesquisa policial hasta los propios operadores del órgano requirente, fiscales) cuenten con los mínimos y suficientes conocimientos acerca de la dinámica del proceso de investigación criminalístico.

Quienes lleguen primero al escenario de los hechos, sea en razón de su función o por azares del destino, cumplen un rol trascendental en el proceso de investigación de la escena, puesto que de su actuar dependerá, en gran medida, el éxito de las posteriores diligencias (nos referimos, obviamente, a agentes policiales o funcionarios obligados por ley a asistir a la misma, no bien se tenga conocimiento de la notitia criminis). Son ellos los encargados de preservar la integridad e intangibilidad de la escena, quienes se encargarán asimismo de preparar la documentación inicial sobre la misma, entre otras tantas e importantes funciones.  No obstante, en situaciones reales es evidente que, en la mayoría de las ocasiones, los agentes que llevan a cabo las primeras diligencias no son, en modo alguno, especialistas o peritos en Criminalística, y por tanto carecen de una formación mínima adecuada para llevar a cabo estas tareas. Sobre este respecto es importante que el Estado capacite mejor a quienes por ley están obligados a asistir al escenario, a efectos de que con esta preparación, los mismos estén en capacidad de responder adecuadamente a este reto llamado justicia, evitando que los indicios se contaminen.

Por suerte existen principios generales relativos a la investigación de la escena del delito, leyes, normas y reglamentos que rigen numerosas actividades relacionadas con la investigación de la escena y el proceso criminalístico. Dichas leyes, normas y reglamentos se refieren a cuestiones como la manera de obtener autorización para tener acceso a la escena, llevar a cabo la investigación, manipular las pruebas (por ejemplo, el tipo de procedimiento de sellado prescrito) y entregar las pruebas materiales al laboratorio forense, que determinan en última instancia la admisibilidad de las pruebas recogidas en la misma. El incumplimiento de tales leyes, normas y reglamentos puede generar, en detrimento del proceso de justicia, que las pruebas no puedan ser utilizadas ante un tribunal. Por lo tanto, es importante que el personal que trabaja en la escena conozca dichas normas y las cumpla a cabalidad (Sección de Laboratorio y Asuntos Científicos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, 2009: 5).

Durante todo el proceso investigativo debe de respetarse, ante todo, el principio técnico que reza “no toque, no pise ni altere nada sin antes documentarlo a través de la toma fotográfica, de video filmaciones, de un adecuado croquis y de una respectiva acta”, toda vez que esto constituye una máxima de oro a seguir durante toda la investigación en la escena.  El éxito o fracaso de una investigación parte del cómo es que se aborda la escena, consecuentemente, de una adecuada recolección, conservación y análisis de las evidencias e indicios, se desprende que podremos esclarecer los hechos investigados, identificando al autor o autores, a la víctima, si la hubiere, y finalmente estaremos en capacidad de reconstruir la dinámica del hecho mismo, explicándolo y resolviendo el enigma, en resumidas cuentas. De ahí que con justicia, Le Moyne Snyder, citado por Moreno González (2007: 141), afirme que “Es mejor no excavar a excavar mal, ya que los errores cometidos son irreparables”

Es por ello que resulta de vital importancia  el no tocar, cambiar o alterar ni un ápice en el escenario de investigación hasta que no se haya identificado, medido y fotografiado todo, debidamente. Porque, una vez que algo haya sido removido, trasladado o alterado, no podrá ser vuelto a su posición y estado originales, nunca.

Siguiendo los lineamientos propuestos por Guzmán (2000: 40), las actividades de inspección e investigación criminalística en el lugar de los hechos pueden resumirse, aunque no todos los pasos son taxativos en virtud a que la técnica y metódica de la investigación dependerán siempre del tipo de suceso investigado, del siguiente modo:

a)    Acceso al lugar;
b)   Aseguramiento y protección del mismo;
c)    Inspección preliminar;
d)   Descripción narrativa;
e)    Fotografiado;
f)    Relevamiento planimétrico;
g)   Evaluación de la evidencia en forma de impresiones dactilares latentes;
h)   Evaluación de la evidencia física;
i)     Búsqueda detallada;
j)   Recolección, registro, señalización y preservación de la evidencia;
k)   Investigación final para asegurar que el estado del escenario del hecho ha sido documentado tan completamente como fuera posible;
l) Abandono del lugar.

  1. IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD DE INSPECCIÓN E INVESTIGACIÓN CRIMINALÍSTICA
Desde el punto de vista de la Investigación Criminal, la Inspección Criminalística constituye una diligencia de gran trascendencia porque, además de la carga probatoria que puede aportar, permite el esclarecimiento del hecho y la identificación del presunto autor del mismo. Por ello, de producirse un acontecimiento que demanda la intervención policial, el pesquisa, deberá realizar la Investigación Técnico Policial preliminar para determinar la naturaleza del suceso, la forma y circunstancias producidas, así como otros elementos de juicio que le permitan evaluar la situación y sobre esta base, solicitar la intervención del Perito Criminalístico, quien llevará a cabo inspecciones específicas y minuciosas para el recojo de los indicios y/o evidencias que permitan probar la participación del presunto autor (Policía Nacional del Perú, 2010: 15).

La importancia de la actividad criminalística estriba en su carácter objetivo, toda vez que sustenta sus hallazgos en sucesos y comprobaciones derivadas, principalmente, de la ciencia. Para tales efectos, la importancia de realizar una buena recolección, embalaje, análisis y conservación de las evidencias recabadas del escenario de los hechos, es más que evidente.

De otra parte, la presencia del representante del Ministerio Público, en el recojo de indicios de la escena (en delitos perseguibles de oficio: violaciones, lesiones, homicidios, torturas, delitos ecológicos, etc.), sin que ello signifique que ésta constituya un obstáculo para tal tarea, es de vital importancia a efectos de revestir a los mismos del carácter de legitimidad. Es el titular de la acción penal quien, merced a su investidura, proporcionará las garantías legales al acopio de los indicios y/o evidencias, velando por el respeto irrestricto de los derechos fundamentales de la persona humana, así como por el cumplimiento de las leyes y directivas que rigen la adquisición de la prueba.

Recuérdese, en resumidas cuentas, que la falta de técnica en la iniciación de las investigaciones es una de las causas más frecuentes del fracaso de éstas y, por consiguiente, el origen de la impunidad. Siempre habrá huellas o rastros que exijan determinados conocimientos para ser hallados, recolectados, analizados e interpretados; precisamente en esto radica la utilidad y el valor de los métodos de investigación criminal y las pruebas forenses (Bonardi, 1997, en el Prólogo del “Manual de Criminalística” de Guzmán, 2000: 7).

4.      PLANIFICACIÓN CRIMINALÍSTICA EN LA ESCENA DE LOS HECHOS 

Las actividades de planificación, organización y coordinación de las tareas de investigación en el escenario de los hechos tienen como principal objetivo la eficiente asignación y distribución de recursos (humanos, materiales, tecnológicos, etc.) puestos al servicio del caso concreto investigado; asimismo también buscan el uso racional de aquellos, propendiendo a un resultado, obviamente,  eficaz y eficiente de la performance del perito. Una coherente y sesuda planificación es vital, toda vez que encamina el desarrollo de las tareas a ser realizadas en el escenario de los hechos y les permite a los operadores periciales recabar mejor y mayor cantidad de datos informativos al respecto.

Sobre este aspecto es importante trabajar con diversas hipótesis (¿Qué pudo haber ocurrido en el escenario? ¿Cuál es la magnitud del problema? ¿Es necesaria asistencia especializada, médica, artística, etc.? ¿Existe algún peligro concreto que impida el correcto trabajo en la escena? ¿Qué tipo de escena es la que vamos a procesar y analizar, una de interior, al aire libre, etc.? ¿Los indicios tienen carácter perecible? ¿La escena se ubica en un lugar lejano? ¿Qué tipo de recursos locales estarán disponibles para la labor pericial? ¿A quién más se debe de informar acerca de los hechos? ¿Qué equipo es el necesario? ¿Cuáles son las condiciones meteorológicas, son óptimas o pésimas? ¿Cuánto tiempo tomará procesar la escena?).

La planificación criminalística, por otro lado, permite analizar coherentemente la naturaleza misma del incidente, el contexto en el que se desenvuelve el caso, elegir al personal idóneo especializado y al equipo necesario para la labor de procesamiento, recojo y embalaje; nos permite anticiparnos a posibles eventualidades que impidan nuestra presencia oportuna en la escena de los hechos, velando porque se asegure una adecuada protección de la misma, hasta que el personal y el equipo necesarios lleguen para su labor de procesamiento, etc.

La Sección de Laboratorio y Asuntos Científicos de la Oficina de las Naciones Unidas contra La Droga y El Delito (2009: 10) ha puesto de relieve la importancia de las buenas prácticas en materia de organización y planificación previas al trabajo de los peritos en escena, señalando que “…la organización y coordinación de las tareas se fundamenta en una evaluación inicial de la escena, que se efectúa antes de que empiece la actividad criminalística propiamente dicha. La organización y la coordinación se mantienen durante toda la investigación y comprenden un análisis de lo que debe hacerse (es decir, la sucesión cronológica de actuaciones, las prioridades, etc.), las personas que están autorizadas a tener acceso a la escena (es decir, sólo tendrá acceso el personal que desempeñe un papel esencial en la investigación de la escena del delito y en la atención médica de las víctimas que allí se encuentren), la atribución de las distintas tareas y de la responsabilidad de su ejecución (por ejemplo, la designación de un jefe o responsable, descripción de las funciones y cometidos, la asignación de tareas y la necesidad de personal especializado), y la manera de llevar a cabo las tareas necesarias (por ejemplo, los procedimientos aplicables, la necesidad de herramientas y equipo especiales y los canales de comunicación necesarios)…”.

Así, partiendo de la idea que refiere que cada escenario es, en alguna u otra medida, único; la planificación y organización de la labores periciales requieren cierto grado flexibilidad y adecuación al caso particular, toda vez que en el decurso de la investigación forense, el contexto y las necesidades pueden variar tremendamente (porque se encuentren nuevos elementos de análisis que obliguen al personal forense que procesa la escena a reajustar la dinámica de las tareas que lleva a cabo, por ejemplo). En ese sentido, cinco son las principales actividades de planificación que debe de llevar a cabo todo cuerpo serio de investigación forense, antes de hacer el respectivo recojo de indicios en el escenario de los hechos, a saber:

4.1.Determinación de los peritos que ingresarán a la escena

La actuación de los peritos en la escena es una tarea eminentemente táctica, así es importante que se establezca qué peritos son los que deben de ingresar a la escena, el orden y el momento, a efectos de no perturbar la recogida de los indicios y/o evidencias, siendo el “Jefe del equipo” de peritos o en su defecto el más caracterizado, quien disponga el ingreso de los mismos, previa coordinación con el pesquisa y el representante del Ministerio fiscal.

4.2.Determinación de las medidas de seguridad de los peritos

Teniendo en consideración los principios básicos de la bioseguridad que todo perito en la escena debe guardar, es importante y oportuno que cada uno adopte las medidas que el hecho amerite, debiéndose para ello de aprovisionar del equipo adecuado para que no se ponga en riesgo su integridad física, especialmente en casos donde se ha generado la muerte de una persona por enfermedades infecto contagiosas o contaminantes. También se han dado casos de incendios, en los que no se han apuntalado bien las paredes o techos de la escena, que ponen en peligro no sólo a los peritos sino también a todas las autoridades intervinientes en el caso (Policía Nacional del Perú, 2010: 34).

4.3.Determinación del instrumental a emplearse

Según la especialidad de los peritos, estos deberán de proveerse del instrumental o equipo necesario a ser utilizado en el escenario de los hechos, al momento de iniciar el proceso de recojo de los indicios y/o evidencias. En tal virtud, es importante tener un conocimiento preliminar acerca de lo que ha acontecido en el mismo, a efectos de que no se pierda tiempo y recursos valiosos.

4.4.Determinación de la prioridad en el recojo de los indicios y/o evidencias

Se debe de tener presente, previamente al ingreso a la escena por parte de las autoridades competentes, que los peritos tienen la valiosa labor de determinar (partiendo de lo general a lo particular, del exterior al interior,  etc.), en atención a la prioridad o estado de los indicios de la escena, cuáles son aquellos que se consideran de interés prioritario, a efectos de analizarlos prontamente y que su valiosa información no se pierda por la negligencia o la inoperancia de su actuar.

4.5.Selección del método de registro a emplearse de acuerdo al lugar de los hechos (campo abierto o lugar cerrado)

Durante la búsqueda de indicios y/o evidencias se deben distinguir los elementos de convicción de aquellos que no se relacionen con la comisión del hecho, ver qué elementos pueden constituir evidencia y cuales pueden convertirse en su debido momento en pruebas; para ello se empleará el método más adecuado de acuerdo al terreno, a fin de no dejar ningún lugar por registrar, determinando dónde pueden encontrarse los indicios y/o evidencias, cómo deben protegerse, recogerse y conservarse; conforme se vayan descubriendo deben irse protegiendo con  señales visibles, que indiquen el lugar en el que se encuentran. (Loc. cit., 2010: 34)

  1. REFLEXIONES FINALES A PROPÓSITO DE LA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD DE PLANIFICACIÓN CRIMINALÍSTICA
Finalmente es importante señalar la existencia de múltiples razones, algunas obvias por cierto, por la que los operadores criminalístico-forenses deben de efectuar una adecuada planificación criminalística, previa a su ingreso a escena, dentro de las más importantes:

a)     Si los operadores criminalísticos arriban a la escena del suceso careciendo de la preparación mínima y necesaria, o en ausencia del equipo o personal especializado según se desprenda de las circunstancias, se puede poner en peligro la investigación criminal misma, así como la oportunidad de descubrir la verdad oculta en los indicios.
b)   Una consecuente falta de coordinación o trabajo en equipo entre los miembros del personal forense puede ocasionar serios inconvenientes (duplicación de tareas, usencia de personal que ejecute labores específicas en la escena, etc.) y una falta total de operatividad de los recursos disponibles para la investigación (humanos, técnicos, etc.).
c)      De sucederse atribuciones competenciales poco definidas, podrían pasar inadvertidos, para los peritos que realizan la labor de recogida de indicios, algunos elementos importantes de la escena, o lo más triste, los mismos podrían contaminarse o alterarse y, consecuentemente, perder valor probatorio a los efectos del contradictorio en el proceso penal.
d)    La actuación de un número inadecuado de agentes forenses, o de personal no idóneo para los efectos del caso, genera también el riesgo patente: el  compromiso o la destrucción de los elementos de prueba útiles a la resolución del caso.
e)      La creación de vínculos comunicativos entre el personal que labora en la escena y el personal de laboratorio, aumenta, asimismo, el  entendimiento acerca de los posibles análisis que podrían llevarse a cabo posteriormente en los indicios materiales encontrados en la escena,  generándose un aumento en las expectativas de resolver el caso materia de investigación. De ahí la importancia de una adecuada y fluida comunicación entre el equipo forense en la escena.

Como comentario final solamente resta agregar que el proceso de investigación criminalístico constituye todo un arte que se funda en la pericia del operador criminalístico y, su consecuente preparación y la experiencia que le brindan los años. Para mayor abundamiento en este tema invito a la comunidad criminalística y criminológica a revisar mi trabajo titulado: Criminalística y derecho probatorio en materia penal (2012), de reciente aparición y en el que se desarrolla más ampliamente este importante cuestionamiento.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ccaza Zapana, J. E. Criminalística y Derecho Probatorio en materia penal. Grupo Editorial CROMEO S.A.C. Arequipa, 2012.
Guzmán, C. A. Manual de Criminalística.  Reimp. de la 1ra ed. de 1997, Ediciones La Rocca. Buenos Aires, 2000.
Moreno González, R. Visión panorámica de la investigación criminalística. En: García Ramírez, S.; Islas De González Mariscal, O. (Coords.) Panorama Internacional sobre Justicia Penal, Culturas y Sistemas Jurídicos Comparados, Séptimas Jornadas sobre Justicia Penal. UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Serie Doctrina Jurídica, Nº 395, México. 2007.
Policía Nacional Del Perú. Manual de Criminalística, 2da ed. A.F.A. Editores e Importadores S.A. Lima, 2010.
Sección de Laboratorio y Asuntos Científicos de la Oficina de las Naciones Unidas contra La Droga y El Delito. La escena del delito y las pruebas materiales, sensibilización del personal no forense sobre su importancia. Publicaciones de las Naciones Unidas. New York, 2009.  [En línea]. [Citado 04-06-2012]. Disponible en: <http://www.unodc.org/docu ments/scientific/Crime_scene_Ebook.Sp.pdf>